Aprender jugando.

Confirmado, jugando se aprende mejor y lo que se aprende se adhiere a nuestra memoria de manera más eficaz; la retención visual, la memoria, la discriminación, la percepción,…todo un compendio de funciones cognitivas que mejoran con tan solo modificar la forma en que se inician nuestros hijos/alumnos más pequeños a la adquisición de las destrezas académicas más formales.

No hay que quemar las sillas, hay que usarlas para jugar al tren, no hay que retirar las mesas, hay que amontonarlas para jugar a los castillos, no hay que hacer que se sienten para rellenar fichas, hay que dejar que sientan esas fichas; que la tiza se convierta en polvo de hadas y los lápices en varitas mágicas. Que si hay notas que sean musicales, y las calabazas para hacer manualidades… que se suspendan solo los planetas de colores desde el techo…que estrellar solo sea lo que ocurre cuando cerramos los ojos e imaginamos un universo lleno de nuevas ideas…

No hay que cambiar tanto, tan solo reinterpretar lo que somos y lo que tenemos a nuestro alcance, ya sean los materiales o las personas que permiten la labor docente, y un favor, las familias estamos para colaborar, siempre, no para poner en duda la labor profesional de nadie. Mejor todos a una…

 

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