El Síndrome de los «Padres Temáticos».

Parece ser que hoy día no somos padres ni madres sin más, ahora resulta que también somos agencias de ocio y turismo. Somos una fábrica de buscar estímulos para nuestros aburridos hijos, somos la reserva federal del “toma y disfruta de lo lindo”, somos el silo donde almacenamos eventos, somos la brecha entre lo humano y lo divino. Y nos empecinamos en sacar tiempo de donde no lo hay para ofrecer nuevas glorias y victorias a nuestros legionarios-hijos.

Somos el bastión del aburrimiento, los inventores del intento del más y mejor. Somos rastreadores de experiencias inimaginables. Somos porteadores de una carga que nunca se ha tenido, la carga del peso inmerecido de dar todo a cambio de afecto o según el caso, de algo parecido. Todo honor es poco para agasajar a una hija o a un hijo, aunque luego nos falten al respeto. ¡Qué más da! Tú da, no dejes de dar, que tus hijos seguirán pidiendo porque eso es lo que han aprendido, porque eso es lo que les estamos enseñando. La confusión está servida, para todos.

Somos calendarios saturados, somos horarios desbordados de días y horas no retornables, y vagamos perdidos mientras buscamos el sentido de la infancia entre un espectáculo y otro. Somos exploradores de agendas sociales donde cultivar curiosidad, inquietud y sabiduría. Nos gusta el postureo cultureta, el coleccionismo de iconos para listillos, nos va el sarcasmo de la ignorancia y el furor por ofrecer formatos interminables de todo lo que creemos que van a necesitar nuestros hijos.

«No hay talento suficiente para tanto niño; no se precipiten ni empujen por favor». 

Cultura sí, pero no hay por qué consumirla con el embudo del estrés para luego digerirla también toda al mismo tiempo. ¿Te has preguntado si todo eso es lo que necesitan nuestros hijos? Encontramos nuevas ideas y seguimos su estela junto a los demás, y al final resulta que todos queremos y hacemos lo mismo. ¿Casualidad o globalidad? Nuevas ofertas nos esperan tras el abismo de la tecnología, el llamado Ocio 3.0 donde la realidad se fuerza hasta el límite de lo no permitido, pero parece tan real que se nos queda un hilillo siempre conectado a esa nube artificial, de ahí la cara de idiotas que se nos queda a muchos, adultos y niños.

Somos padres y madres, no agentes comerciales representantes de un absurdo perfeccionismo. Y por si no lo sabes te lo decimos: «nuestros hijos necesitan más tiempo libre y menos eventos; nuestros hijos necesitan más parques y menos parkings; pero sobre todo nuestros hijos nos necesitan a nosotros, no tanto ocio desmedido«.

No es magia, es educación.

Luis Aretio

9 comentarios en «El Síndrome de los «Padres Temáticos».»

  1. Hola Luis, siempre un placer leer tus exposiciones.
    Una realidad mejor dicha es imposible, y se me viene a la cabeza, familias que optan por ponerse el mono y volver a lo rural , a apreciar y disfrutar de la narturalezay las opotunidades que ella nos ofrece y sobre todo porque los nuestros retoños vivan y aprendan de la realidad de la vida y sus encantosd y no de la vida virtual actual.
    Desgraciadamente no veo muy buena salida al respecto, porque como bien dices, nadie queremos hacerlo así, pero todos nos sumamos al carro.

    Un fuerte abrazo., No cambies

    1. El problema es que hasta lo rural se comercializa, todo pasa por un modelo obsoleto de consumo y acopio de experiencias interactivas, y disfrutar de la naturaleza como bien dices, es algo mucho más sencillo. La salida está en cada uno, no en todos, creo más en el criterio propio que en el colectivo. ¡No cambies nunca tú amigo mío! Y gracias por compartir tu buen criterio.

  2. Cierto y verdadero. Buen artículo Luis. Nos dejamos arrastrar por la marea…tenemos a los niños hiperestimulados de experiencias…es bueno q conozcan sitios y lugares pero me pregunto: q ilusiones les dejaremos cumplir a ellos cuando crezcan si ya lo conocen casi todo??…..y si llegan a adultos y su realidad y circunstancias son otras? Tendremos adultos muy frustrados??

    1. Es lo que hay Rocío, hordas de adultos que ignorantes del origen de su frustración buscan refugio rodeándose de inútiles e innecesarias ideas arrastrando a sus descendientes al abismo de lo absurdo. «Tú paga y no pienses» Una pena! Gracias por tu visita y vuelve cuando quieras!

  3. Mi madre, mujer anciana e inculta, pero de las sabias donde las haya, siempre dice “tenéis a los niños estresados, cuando no tenéis que hacer están nerviosos, no descansan. Esa no es infancia”. Bravo por el sentido común, del que carece está época. Muy certera apreciación, gracias.

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