Sí, dejemos de mentir más y sobre todo tan mal. Porque no sé qué duele más, si negar la mayor o no saber mentir. ¡Qué triste vida de machitos, qué pobre herencia la que hemos recibido y qué desolador ejemplo el que vamos a dejar! Sigue leyendo Le llamamos igualdad, pero es todo mentira.