Asesinos de mujeres

Lo podemos llamar de muchas maneras según la posición política o social que adoptemos, pero en lo que todos coincidiremos es que son asesinatos en toda regla y que no deberían continuar ocurriendo. Son demasiadas veces portadas en los informativos. Y es en ese momento cuando todos sentimos ese pellizco de “otra vez, otra víctima injusta”. ¿Qué está pasando? Sigue leyendo Asesinos de mujeres

El hombre más rico del mundo.

El hombre más rico del mundo tiene ocho hijos y los bolsillos vacíos. No tiene nada que dejarles en herencia; su casa es alquilada, no posee propiedades, ahorros ni títulos. Vive de sus hijos, todos personas honradas, trabajadoras y honestas. Este hombre lo tiene todo porque sabe que sus hijos le quieren por lo que él es y por lo que ha sido, su padre. Sigue leyendo El hombre más rico del mundo.

La fantasía de reagrupación. Infancia y separación familiar.

«Yo quiero que mi madre y mi padre estén juntos otra vez». Esta frase no he dejado de escucharla una y otra vez en los 25 años que llevo ayudando a niños y a niñas a aceptar y a afrontar los procesos de separación y transformación de sus familias. Me confiesan, entre risas nerviosas y lágrimas, que les dejan notas, dibujos, pequeños regalos, falsean comentarios de los unos hacia los otros, niegan la separación de sus padres delante sus amigos o engañan a todos alardeando de ser felices porque: «así tengo dos casas y me hacen más regalos; o separados por lo menos ya ellos no se pelean todo el tiempo». Sigue leyendo La fantasía de reagrupación. Infancia y separación familiar.

153 Profesiones de casa que no son remuneradas.

Abogada-  abrazadora –  achuchadora – adivina – agenda personal –  agente de bolsa (de la compra) – amiga -animadora  – árbitro – artista – asesora de imagen  – asesora particular – asesora – asesora legal –  asesora sentimental – asistenta  – personal – asistente de cámara –  asistente personal –  astrónoma – atleta –  Sigue leyendo 153 Profesiones de casa que no son remuneradas.

Doña Venga y Don Vamos, una pareja de mucho cuidado.

Doña Venga y Don Vamos viven en un piso moderno, tienen dos hijos coquetos, y mientras papá trabaja mañana y tarde, mamá optó, tras nacer su primer hijo, por la jornada reducida. Tienen dos coches y cuatro alzadores, por aquello de los horarios que nunca son conciliadores. Son una familia estándar, que sin ánimo de ser los únicos, nos sirven como excusa para tratar este tema de los días y las prisas. Porque los «venga y los vamos» son nuestro pan de cada día. Sigue leyendo Doña Venga y Don Vamos, una pareja de mucho cuidado.

Porque Yo, como Tú… también me quiero.

Perdona tú, pero yo, como tú… también me quiero. Y he decidido no amar al próximo como a mi misma, pero sólo un poco menos. Y si no te gusta lo que hay, pues no te gusta, qué le vamos a hacer, pero si no me respeto yo, no me respeta nadie, y tú sabes muy bien a qué me refiero. Sigue leyendo Porque Yo, como Tú… también me quiero.

La mujer asume y el hombre presume. Y aunque lo llamen igualdad, no… no lo es.

Hablar de igualdad desde la mera diferencia de género no es de recibo en los tiempos que corren. Hemos dado al traste con muchos tópicos heredados desde nuestra educación más machista. Lo viril ya no tiene sentido como seña de identidad; lo viril ya no tiene género… ahora priman nuevos valores y esquemas basados en capacidades que nada tienen que ver con los arquetipos dominantes hasta hace poco tiempo. Sigue leyendo La mujer asume y el hombre presume. Y aunque lo llamen igualdad, no… no lo es.

Toda separación debería ser un acto de amor. ¿O todo era mentira?

No estamos preparados, no digo ya educados, para lo peor (a veces lo mejor) al tener que interrumpir una convivencia de la cual han nacido hijos. Sigue leyendo Toda separación debería ser un acto de amor. ¿O todo era mentira?

Te quiero, pero ni tú eres mía, ni yo soy tuyo.

Nos enseñan que querer es poder, pero no es así, ni mucho menos. Querer es dar y crecer, es valorar lo que nos ofrecen, es respetar que la otra persona tiene tantos o más derechos que tú, es entender la empatía como un hábito imprescindible, es aceptar que no todo lo que deseas es posible por el simple hecho de pretenderlo. Querer es vivir tu vida sin imponer nada a nadie.

Sigue leyendo Te quiero, pero ni tú eres mía, ni yo soy tuyo.

No prometas amor eterno, promete respeto.

Atrévete a querer a alguien cuando hayas aprendido a quererte tú; atrévete a levantar la voz en nombre de un merecido sentimiento. Tú, ejemplo de cuanto pretendes para ti y que debes sabes ofrecer. Tú, estado y resultado de la presencia de todo el cariño que la vida te ha regalado, sal al encuentro de ti mismo y vive como si todo y nada fuera contigo. Sigue leyendo No prometas amor eterno, promete respeto.