“Hemos criado niños bilingües, trilingües algunos; niños que nadan como peces, que juegan al fútbol como ases, que practican todo tipo de gimnasia, que bailan lo que les pongas, que hacen robótica, que tocan instrumentos, que juegan al ajedrez… Hemos criado a toda una generación desarrollando capacidades a golpe de extraescolares. Pero… ¿Son felices?”
Nada nos gusta más que ver a nuestros hijos felices, y sí, son ellos quienes eligen hacer extraescolares; algunos porque les gusta, muchos porque no tienen más remedio, otros porque los parques están vacíos, otros, también muchos, porque los padres no saben muy bien qué hacer con ellos ya que nadie les enseñó qué es eso de dedicar tiempo a los hijos, y se auspician como chóferes increíbles que traen y llevan a sus más o menos talentosos hijos de un lado para otro buscando una creatividad más o menos vistosa.
Muchos no saben quién los recoge cada día, si será su padre, su madre, los abuelos, o algún vecino que amablemente se ofrece desde la empatía con ese “tú no te preocupes” que salva tantas vidas. Muchos llegan a casa y aún no hay nadie; una llamada, “ya estoy aquí”, a lo que le sigue en muchos casos un “muy bien, pues ponte a estudiar que yo llegaré para la cena”.
Familias ausentes por sus obligaciones (no siempre) y niños distanciados de un contacto tan necesario como vital. Son los hijos de un contexto a veces de exigencia y rivalidad, donde vales en la medida que destacas y te esfuerzas más por ganar que por disfrutar. Son reflejo de las expectativas más narcisistas, el postureo social en su versión más cruel; porque si ellos triunfan será porque alguien los ha “preparado” muy bien, y se nos llena la boca ensalzando sus gloriosas gestas mientras coleccionamos medallas falsas victoria tras victoria.
Es bueno, muy bueno, que los niños tengan actividades de todo tipo para su esparcimiento, ocio y desarrollo; lo que no son nada buenos son los excesos; y no tenemos medida. En los entrenamientos de fútbol de las categorías infantiles están prohibiendo la entrada a los ¿adultos? por desproporcionados, por violentos y por ordinarios. Un ejemplo tan denigrante como la mismísima prohibición en sí, porque es duro que nuestros hijos sepan que no nos sabemos controlar y ni mucho menos respetar.
Si no ganan en algo buscamos la pega en los monitores, en los jueces, o discutimos las reglas a viva voz por supuesto delante de ellos, para que vean cómo los defendemos desde nuestro pedestal de súper madres y súper padres. Faltaría más. Algunos abuelos también deberían ser conocedores de los límites humanos de sus nietos; que sí, que son poderosos, pero eso no implica que puedan con todo ni con todos. «Abuelos y abuelas, sus nietos son maravillosos, pero no para los demás, lo tienen que entender, cada quién tiene nietos a los que adular, no es nada personal».
Tenemos niños muy preparados, muy ocupados y muy estresados. Tenemos lo que hemos decidido tener, pero pensemos más en su felicidad que en la nuestra, porque la infancia es demasiado breve como para saturarla de tanta actividad.
No es magia, es educación.
Luis Aretio
Remueves cosas que no son «políticamente correctas» pero es que es que nada lo es ya, ni siquiera la política. Así que vamos a hacer una revolución local que cambie lo pequeño para se convierta en grande.
Un texto q refleja la realidad. A falta de un punto, padres estresados, con horarios q impiden conciliar, con jornadas interminables y a los q la única alternativa; no son mejores condiciones laborales sino mas «aparca niños» y actividades. El sistema y las políticas tampoco ayuda.
El tema es saber elegir la actividad que disfruten, hola sean buenos y sobre todo sea formativa como el Taekwondo, que es toda una cultura y filosofía de vida. Recreativa, deportiva, terapéutica qué proporciona muchos beneficios y canaliza, ansiedad,inseguridad, hiperactividad… Ahora con eso de que cada vez recurren más a psiquiatras y neurólogos (medicación) …. Los beneficios son infinitos. Los niños son niños qué necesitan enriquecer sin presión, en casa muchos solo están viendo tele y aparatos. Lo RESCATABLE Es el tema de la responsabilidad,Independencia, SABER SER GUÍA y verdaderos recursos de amor de parte de quien los FORMA, educar con valores y ética, respeto y límites. CONSCIENCIA Y ATENCIÓN.
NO SATURAR PERO TAMPOCO SARANIZARLAS ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES O DEPORTIVAS Y CULTURALES PORQUE SON UN RECURSO MUY IMPORTANTE PARA EVITAR OCCIO y adicciones.
Crear confianza y mucha comunicación positiva así como motivar a sus hijos y encontrar sus talentos y que lo mueve y disfruta porque así es capaz de lograr lo que se proponga y ser feliz!
Estoy de acuerdo. Niños necesitan espacio para hacer nada, ponerse en la espalda y mirar las nubes y tiempo para sonar. Así crece creatividad y un estilo propio. No todo copiado de diferentes partes. Y cuándo yo era niña los recuerdos ahora son cosas sencillas dónde estuve simplemente incluido en las actividades de mis papas. Acompañar a mi papá a pescar y ir a la féria los sábados con los 2. A veces hacer fila con mi mamá para obtener boletos para un concierto de música clásica los domingos por las tardes. Y muchas conversaciones con ellos y otras familiares acerca de todo lo que implica la vida. Tuve mis clases de piano, tennis y natación, participó en el coro y el club de sciencia pero siempre hubo mucho tiempo sin agenda. También hay algo pósitivo en una jornada escolar más corta en mi país. Desde las 8 hasta las 2. Deportes etc.después y no todos los días y aprendí todo igual en menos tiempo que ahora. Hay que evaluar la jornada escolar larga, más por su efecto en el niño que en los beneficios para los padres.